Así se vivió We Missed Ourselves, el primer festival Emo.

El pasado sábado 5 de octubre, el Velódromo Olímpico de la Ciudad de México se convirtió en el epicentro de la nostalgia y la emoción al albergar el primer Festival Emo.

Este evento, que reunió a miles de fanáticos de la música Emo y sus subculturas, fue una celebración inolvidable de la estética y los sonidos que marcaron una época.

Un Espacio Icónico para un Festival Memorable

El Velódromo, conocido por su arquitectura impresionante y su historia en el deporte, ofreció un ambiente único para este festival. Los asistentes fueron recibidos con una decoración cuidadosamente diseñada, que incluía luces tenues, banderas de bandas icónicas y un ambiente que evocaba los mejores momentos de la escena Emo de principios de los 2000.

Bandas y Artistas que Hicieron Historia

El cartel del festival incluyó a bandas que definieron el género y la escena tales como: Con Falling in Reverse, Alessana, Thursday, Killswitch Engage y Fit for a King.

Cada banda nos hizo mover el cuerpo con su enérgica presentación, la lluvia no fue impedimento para que se brincara al ritmo de las guitarras.

Un Encuentro de Comunidades

Uno de los aspectos más destacados del Festival Emo fue la atmósfera de comunidad. Fans de todas las edades se unieron para compartir su amor por la música y la cultura emo. El festival sirvió como un recordatorio poderoso de cómo la música puede unir a las personas, creando un espacio seguro para la autoexpresión y la conexión emocional.

Un Éxito Rotundo

El primer Festival Emo en el Velódromo Olímpico fue un éxito rotundo, superando todas las expectativas y dejando a los asistentes con ganas de más. La combinación de un espacio emblemático y un cartel impresionante garantizó que este evento quedará en la memoria de todos los que asistieron.

Esperamos con ansias que se haga una segunda edición.

Share via
Copy link